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    Alrededor de 20.000 animales silvestres murieron deshidratados. Expertos señalan que el problema es la deforestación.
    La fuerte ola de sequía que atraviesa Casanare ha causado desde hace meses la muerte por deshidratación de aproximadamente 20.000 animales, principalmente chigüiros, venados, zorros, peces, tortugas, reptiles y ganado vacuno.
    El impacto ha sido tan fuerte que la Gobernación de ese departamento está estudiando este viernes si declara emergencia ambiental, especialmente en el municipio de Paz de Ariporo, el tercero más importante de Casanare. De hacerlo, significaría que se harían obras de mediano plazo como perforación de pozos profundos con equipos de bombeo para abastecer de agua. Pero el problema no es de falta de pozos sino de una reserva forestal suficiente, como lo explicó para Semana.com Adriana Soto, ex viceministra de Ambiente y experta en adaptación al cambio climático.“Habrá más sequías y más lluvias extremas. Las regiones que tengan en mejor estado sus coberturas naturales (como bosques, selvas, entre otros) podrán resistir mejor estos impactos porque ayudan a regular el agua y los suelos”, indicó. Soto especificó que si no hay árboles y una zona forestal bien mantenida, el agua lluvia no se acumula en los pozos y se generan sequías cada vez más fuertes. “Estamos apostándole mal a la cosa porque la ganadería extensiva y las actividades agrícolas piensan en un terreno limpio de árboles como lo productivo pero este país se tiene que dar cuenta que la deforestación va contra su misma productividad”, aseguró. Alexis Duarte, secretario de agricultura de Casanare, indicó para el medio local Prensa Libre que debió existir un plan para manejar las lagunas, los humedales, los morichales y las sabanas inundables y detalló que están creando un nodo departamental de cambio climático. Otras voces culpan a las petroleras por secar los pozos hídricos pero Soto considera que hay que mirar la situación específica de Casanare con lupa para asegurar eso y analizar la sequía con más ciencia y menos política. Su posición es clara: la única solución para las largas y fuertes sequías o las inundaciones que aquejan al país es la reforestación y el cuidado de bosques y selvas. De otra manera, por más pozos que se construyan, será una tarea casi imposible afrontar el drástico cambio del clima pues no habrá reservas hídricas suficientes en tiempos de calor ni coberturas naturales que guarden el agua durante tiempos de lluvia. Así, seguirán muriendo 20.000 animales silvestres y miles más.
     
    FUENTE:http://www.semana.com/