Search on this blog

Search on this blog

  • contaminacion
  • mundo
  • planeta
  • humedales

    El ente puso el dedo en la llaga de la precaria situación de los humedales colombianos.
    Emitió un informe en el que explica que si estos ecosistemas no son atendidos, las lluvias podrían causar un nuevo desastre nacional ante el aumento de las lluvias, ya que estos sitios en los que se mezclan agua y bosques han perdido su capacidad para amortiguar los aguaceros y recoger las precipitaciones que caen en exceso.
    El ente de control dijo que el país no tiene estadísticas unificadas y confiables sobre el número de humedales, su estado y extensión. Identificó en el país cerca de 1.500, cifras que difieren de las entregadas por el Gobierno. Al no haber datos exactos, se calcula que existen 3 millones de hectáreas cubiertas de humedales, extensión que ha disminuido dramáticamente si se considera que en el año 2000 se hablaba de 20 millones de hectáreas.Para la Contraloría, es preocupante la escasa delimitación y zonificación de la mayoría de los humedales, principalmente los de la Costa Atlántica, región donde se ubica el 71 por ciento de los más grandes localizados en Colombia. Esta situación se agrava al no existir criterios claros para su formulación.Se detectó también que existen rezagos en la formulación de programas de conservación para especies amenazadas en zonas de humedales, porque sólo el 6 por ciento de ellas tienen un documento de este tipo. Además, se han repoblado sus aguas con tilapias, carpas y truchas, reconocidas por su alta capacidad depredadora y por su condición de animales invasores que desplazan la fauna nativa, situación que ha sido alentada por las propias autoridades ambientales.Según cálculos de la Contraloría, durante los últimos 10 años se invirtieron en actividades de protección de humedales aproximadamente 265.000 millones de pesos, la mayoría de ellos en Bogotá, y hubo una muy baja inversión en zonas estratégicas como la Orinoquia y la Costa Atlántica. Para la Contraloría, la situación de ‘ los riñones del planeta’, como han sido bautizados por retener y filtrar el agua, no es ambientalmente sostenible.El principal problema que los afecta es la extracción de terrenos para actividades agrícolas, como lo que ha sucedido en la laguna de Fúquene, donde se han desecado parte de sus terrenos para cultivar o introducir ganado. Lo mismo ha ocurrido en La Mojana sucreña, con producción de búfalos y cultivos de palma. Otros atentados son la la pesca sin controles y la construcción de canales y diques.