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Ideam y Canal Clima difieren en sus predicciones sobre el fenómeno climático.
Predecir la aparición del Fenómeno de El Niño, o la Oscilación del Sur como prefieren llamarlo los meteorólogos, es una tarea en la que muchas cosas están en juego: las cosechas de los agricultores, el buen desempeño del sector energético, un adecuado servicio de acueducto desde el pueblo más pequeño de los Andes hasta las grandes ciudades, la salud de los hatos ganaderos, la bonanza de pesca sobre la costa pacífica, la estabilidad económica de regiones enteras del continente.Cada año, meteorólogos de Europa, Estados Unidos, Asia y América revisan obsesivamente los datos de la temperatura superficial del mar a lo largo de la cuenca del océano Pacífico ecuatorial, el cual va desde las costas de Indonesia hasta las costas de Suramérica. Lo hacen en busca de variaciones que les permitan anticipar si ese año aparecerá o no el temido El Niño. Adivinar si será un Niño largo e intenso, como el de Julio de 2009 yAbril 2010 que se extendió por diez meses, o uno pasajero como el que surgió entre septiembre de 2006 y enero de 2007 de tan sólo cinco meses, es un asunto definitivo. Los meteorólogos además saben que se juegan su credibilidad al lanzar las predicciones.El pasado 30 de enero, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) emitió un comunicado en el que anunció que hasta ese momento las condiciones de El Niño eran neutras. Sin embargo, advirtió que “según las proyecciones actuales de los modelos, han aumentado las posibilidades de que se forme un episodio débil de El Niño en torno a mediados del año, habiendo aproximadamente las mismas probabilidades tanto de que se mantengan las condiciones neutras como de que se dé un episodio débil de El Niño”. Con el anuncio de la OMM comenzó el juego de las probabilidades y la especulación.Omar Franco, director del IDEAM en Colombia, ha sido cauteloso en sus pronunciamientos sobre el tema. “De acuerdo con las agencias internacionales, la probabilidad de que se configure El Niño hacia el segundo semestre del año es del 47%”, explicó el funcionario a El Espectador. Esto, como el mismo lo señaló: es igual que tirar una moneda al aire. “Con esa probabilidad uno no puede anunciar el fenómeno. Hay que ser metódico y responsable”, apuntó Franco.Canal Clima, una empresa especializada en proveer pronósticos del estado del tiempo en español para Colombia y Latinoamérica, ha sido un poco más arriesgada en sus predicciones. Para ellos, las probabilidades del fenómeno ya han comenzado a inclinarse a favor de la aparición de El Niño. Y, basados en los mismos modelos, creen que la probabilidad ya pasó del 50% a favor de la aparición de El Niño.De acuerdo con María Constanza Martínez, directora de ciencias atmosféricas de Canal Clima, “durante el último mes, fue notorio un ligero acople entre el océano y la atmósfera de la cuenca del Pacífico ecuatorial centro-occidental. En caso de continuar el acoplamiento durante los meses siguientes, existe una probabilidad alta que a comienzos del segundo semestre del 2014 se inicie una fase precursora de un Fenómeno El Niño”.¿Por qué la diferencia de opiniones frente a los mismos datos? Para la experta de Canal Clima “es una cuestión de interpretación” y los analistas de Canal Clima le ha dado una mayor relevancia al “ligero acoplamiento entre el océano y la atmósfera que se ha observado en las últimas semanas” y que de mantenerse hasta abril o mayo provocaría el fenómeno.“Yo digo que es prematuro señalar la presencia del fenómeno”, insiste Omar Franco, del Ideam. Pero coincide con su colega en que es hora de comenzar a hacer el ejercicio de planeación. Recordó que el país pagó muy caro su desinterés por estos temas cuando se presentó la Ola Invernal en 2010. “La aparición de un Niño intenso y largo puede tener consecuencias dramáticas para la región andina y Caribe por lo que es mejor estar alerta”, apuntó el experto. Señaló además que sólo entre mayo y junio se tendrá una certeza más clara sobre si se da la formación de El Niño. En caso de darse, en Colombia sus efectos sólo comenzarían a sentirse hacia diciembre de 2014 y primeros meses de 2015.
FUENTE:http://www.elespectador.com/